Sin duda, el cine y la televisión no serían iguales sin canciones que den apertura a la historia, ambienten las escenas o caractericen a los personajes. Es por eso que hasta la actualidad recordamos canciones icónicas como “I’ll Be There for You” en Friends, “Old Time Rock & Roll” en Risky Business o “Eye of the Tiger” en Rocky III. Otras películas han llevado su banda sonora a otro nivel, como Guardians of the Galaxy que incluyó canciones muy conocidas de los años 60 y 70 a lo largo de toda la cinta. A esto se lo conoce como sincronización y consiste en utilizar una obra musical preexistente en otra obra con diferente formato, siendo la más conocida, una producción audiovisual, que puede ser una película, serie, documental, cortometraje o un video publicitario.
La principal pregunta sobre la sincronización es ¿Cómo es posible que una pieza musical se reproduzca en otra obra? Al momento que se incluye la obra musical se está cambiando la integridad de la obra original, que es una afectación directa al derecho moral del autor. Entonces, quien decide aceptar la inclusión de su obra es el mismo autor, compositor o titular de derecho, dicha persona determina las condiciones de uso y el valor a recibir. En el caso de autores fallecidos, la potestad de aceptar o no la sincronización la tienen sus herederos que pasan a ser titulares de derecho. En síntesis, quien tenga la titularidad de derecho fija la tarifa y determina las condiciones de uso.
La sincronización se autoriza antes de que la obra musical sea incluida en otra producción y se debe tomar en cuenta a todas las condiciones de uso que se pueden imponer, tal como modificaciones y cambios en la letra, género y música. Asimismo, se establece para qué se va a utilizar la obra musical, el tiempo permitido, por cuáles medios se va a difundir la producción o si se va a utilizar únicamente la letra o la parte instrumental.
Es importante que las condiciones de uso estén claras y delimitadas al momento de autorizar la sincronización para que no existan inconvenientes a futuro. Es posible que ocurran situaciones en las que se licencie una sincronización para una película que se va a transmitir solo en cine, pero más tarde se desee vender la producción a plataformas de streaming como Netflix, en ese caso es necesario volver a solicitar la sincronización.
Por otro lado, la sincronización es muy beneficiosa en cuanto a ingresos y popularidad de una canción. Cuando una obra musical se incluye en otra producción es bastante probable que las personas “hagan Shazam” si la pista les gustó y empiecen a escuchar la canción en plataformas digitales de música o sigan los anteriores trabajos del intérprete. Esto ayudará a aumentar su número de oyentes y seguidores, además de la posibilidad de subir la venta de discos físicos o digitales.
La música es muy poderosa para acompañar a cualquier otra obra, ya sea series y películas, largometrajes, novelas, cuña publicitaria, videojuegos, etc. No dudes en buscar la mejor oportunidad para difundir tu música y potenciar tu carrera. La sincronización abre muchas puertas en cuanto a conciertos, futuros contratos o eventos.